Preguntas sobre Crianza
En esta sección entregamos consejos y respuestas de crianza y habilidades parentales . Te pueden servir de apoyo para conectar y vincularte con tus hijos de manera sana, promoviendo relaciones sanas y plenas.
Si necesitas apoyo, no dudes en revisar nuestros servicios de psicología infantil, terapia ocupacional y de asesorías y coaching de habilidades parentales. Escríbenos si tienes dudas, o reserva tu hora aquí.
Crianza Respetuosa
La crianza requiere de una relación respetuosa, amable y amorosa y al mismo tiempo, que brinde seguridad y confianza. El trato duro y autoritario genera temor y distanciamiento en la relación. El buen trato y el tono amoroso y predecible genera la seguridad emocional que se requiere para que haya aprendizaje y fortalecer el vínculo entre la niña/niño y el adulto.

Infancia y Rol Parental
¿De qué manera quiero educar? ¿Cómo es mi acercamiento a mis hijos? ¿De qué forma se involucra mi propio niño interior en la crianza de mis hijos? Podríamos decir que es muy dificil desconectar la propia historia vincular con la forma en que estamos educando a nuestros hijos, nuestras heridas de infancia se involucran en este proceso, y muchas veces florecen en forma de síntomas cuando nos sentimos frustrados o muy desafiados en esta etapa. Muchas veces necesitamos pedir ayuda a un profesional cuando estamos sobrepasados o nos abruma esta etapa. En este espacio queremos ofrecerte apoyo y herramientas para poder desplegar tu mejor versión como padre, madre o educador, siendo consciente y conectado con tus propósitos personales y familiares, otorgando sentido a tus decisiones.
¿Por qué los niños se ponen agresivos?
Este tema es muy recurrente en psicología infantil, y es que podríamos hipotetizar que la pandemia ha dejado entre otras consecuencias la dificultad que tienen nuestros niños para resolver sus problemas de una manera socialmente adecuada, debido al largo confinamiento.
Sin embargo, hay múltiples estudios al respecto, que señalan que la agresión en niños se inicia normativamente alrededor del primer año de vida, aumentando de un modo intenso cuando comienzan a caminar, alcanzando un peak entre los 24-42 meses, y luego comienza a decaer. Andrea Cardemil, psicóloga chilena infantil, señala que “esto sucede ya que al adquirir la marcha, los niños sienten que tienen el mundo a sus pies, literalmente“. Tal sensación los lleva a intentar reforzar su autonomía, oponiéndose a la voluntad de sus padres y frustrándose en demasía cuando las cosas no les resultan. Al mismo tiempo, durante esta etapa, los niños se encuentran en pleno desarrollo lingüístico y cerebral, por lo que cuando se sienten sobrepasados o las emociones de forma muy intensa, agreden físicamente a otros porque carecen del lenguaje para expresarse de manera adecuada, y también de habilidades sociales para resolver sus conflictos.
Entonces cuando un niño agrede físicamente a otro puede comprenderse desde la etapa del desarrollo en que se encuentra, y no necesariamente porque sea un niño agresivo o malcriado.
Es importante comprender que los niños preescolares, tienden a agredir con mayor dificultad cuando sienten mucha rabia o están enojados, cuando se sienten amenazados (y agreden al primero que se cruza), cuando sienten de forma muy intensa algún malestar (mucho sueño, hambre etc.) o porque no saben cómo resolver algún conflicto con otro (cuando dos niños quieren jugar con un mismo juguete).
¿Hay niños más “agresivos” que otros?
Hay niños que les cuesta muchísimo más que a otros regular sus emociones, y esto tiene que ver con varios factores propios de la identidad del niño y su entorno. Por ejemplo, el temperamento, es un factor biológico que viene con el niño en que a veces son más impulsivos, o altamente sensibles y por ende tienden a sobre reaccionar. El retraso del lenguaje también es otro factor importante, ya que no cuentan con la lingüística para resolver o expresar sus conflictos. Dificultades sensoriales también son relevantes, por ejemplo, una niña con hipersensibilidad puede sentir el roce de otro con mucha mayor intensidad y reaccionar a éste, así como también otros factores ambientales como prácticas disfuncionales familiares donde se resuelven los conflictos con agresión, o también la no convivencia con más niños podría dificultar el desarrollo de habilidades sociales.
¿Porqué mi hijo pelea y agrede a otros?
Intentemos ver la conducta del niño como un iceberg, en que la punta visible es el comportamiento del niño, pero todo lo que esta bajo el mar es su estado interno. Podríamos decir que el comportamiento del niño es un medio de comunicación muy profundo.
Esta forma de verlo, nos permite Mentalizar al niño sin juzgarlo de forma anticipada, y tener un buen manejo con él para regular su conducta y ayudarlo a desenvolverse de forma más adecuada en ese momento.
Por ejemplo: Samuel, de dos años, le tira el juguete a su hermana.
Si yo no mentalizo a Samuel, podría pensar que Samuel es un niño agresivo que pretende molestar a su hermana. Pero si intento interpretar el comportamiento desde la metáfora del Iceberg, podría pensar que Samuel está enojado con su hermana, o que quizá quiere jugar con ella. De todas formas, es importante ayudar a Samuel a regular su conducta, porque no es bueno tirar el juguete, aunque esté muy enojado o con muchas ganas de jugar, porque puede provocar un daño. En esta instancia, cabe recordar, que Samuel necesita ayuda para regular sus emociones, porque a su edad, no tiene el desarrollo cerebral necesario para regular la intensidad de esa emoción, y su único método para expresarse es el comportamiento, ya que aún no posee suficiente lenguaje.
¿Porqué es importante Mentalizar al niño?
Porque los niños comunican con el comportamiento, no con palabras, y podríamos malinterpretar muchas cosas.
Además, porque la “mentalización” es una habilidad de las personas que se desarrolla con el ejemplo. Es decir, un niño aprende a interpretar la conducta de los otros de forma adecuada, considerando el mundo interno del otro en la manera en que se comporta. Por ejemplo: Alicia entiende que Samuel le tira el juguete porque quizá está muy enojado con ella porque no le presta atención. Esta habilidad se desarrolla en la medida que los adultos la ponemos en práctica frente a los niños, y les reflejamos lo que sucede.
¿Qué hacer si mi hijo me pega y pelea con otros?
Lo primero es intentar mantener la calma. Sin calma no puedo calmar a otro ni corregir adecuadamente. Inmediatamente poner un límite físico y verbal es decir, frenar la agresión sosteniendo su mano o separándolo, y verbalmente decirle “No se pega”, de manera firme y segura en el tono de voz. Luego es necesario mentalizarlo, lo que decía anteriormente, pensar porqué está enojado, porqué quiere pegarme, estará celoso, tendrá nervio, ¿será un juego?, qué le habrá sucedido (intentar visualizar la parte profunda del ice berg). Esta parte es importantísima, porque nuestra acción posterior responderá a nuestra interpretación de los hechos. Cuando ya sé lo que le paso, debo Reflejar, es decir, explicarle lo que tu crees que le pasa y sus motivos para agredir. Con esto viene
la validación emocional, porque no agredir no quiere decir que no se puede enojar, o no sentir pena. Es necesario mostrarle que entiendes cómo se siente y lo comprendes, y nuevamente reforzar el límite expresándole que no por eso va a pegar, o agredir.
“Entiendo que estás muy enojado con tu hermana porque no quiere jugar contigo, pero no por eso le vas a tirar el juguete”.
Con todo esto, le estamos enseñando al niño que el problema no es lo que siente, sino lo que hizo, permitiendo un desarrollo socioemocional adecuado.
Finalmente correspondería enseñarle al niño la habilidad que le falta que reemplace el comportamiento agresivo, mostrándole alternativas para expresar su enojo o buscar compañía para jugar.
Por último considero importantísimo Reforzar al niño cuando su comportamiento es bueno y amoroso, porque estaría poniendo en práctica lo aprendido y así fomentamos que se repita.
¿Qué cosa No debo hacer frente a la agresión?
No le debes pegar, siempre es inadecuado pegarle a un niño ni resolver problemas con agresión. Lo único que logramos con la agresión es desgastar la relación y desconectarnos de nuestro hijo. Aprende por miedo.
Tampoco se recomienda castigarlos, porque seguramente el niño necesita regular su emoción, y al apartarlo perdemos la oportunidad de conectar con lo que le pasa y enseñar la habilidad que le falta.
Tampoco es adecuado no hacer nada y mostrarse indiferente, porque hay una desregulación que debe ser acompañada para poder volver a regularse. Lo único que se consigue es aumentar el nivel de agresión porque al niño le da rabia no sentirse visto en su malestar.
Síntomas de agresividad que indican que el niño necesita ayuda o atención:
– Resuelve sus conflictos con riñas, golpes, muerde o agrede física y verbalmente a otros.
– Se muestra mucho más irritable y sensible frente a diversas situaciones con sus pares y padres.
– Continuas y en aumento las peleas entre hermanos.
– Las situaciones de agresividad se manifiestan en más de un contexto, por ejemplo: en la casa, en el jardín, con los primos etc.
– El niño se pone muy ansioso frente a algún estímulo y ese estímulo lo lleva a sobre reaccionar: por ejemplo con los ruidos, o se marea en el auto, o en los cumpleaños.
– La agresión es dirigida a alguien en particular solamente: la mamá, el primo, la cuidadora, el hermano.
¿Cuándo debo consultar con un especialista o Psicólogo Infantil?
– Cuando yo como adulto, mamá o papá, me siento superado al respecto, o no sé cómo manejar la situación o me cuesta mantener la calma en el momento de estrés, y el niño necesita de nuestra contención.
– Cuando la agresión invalida al niño en desenvolverse con sus pares, porque le impide relacionarse de manera correcta o pasarlo bien en sus actividades.
– Cuando creemos que el niño agrede a otros por un factor temperamental que se escapa de su control y le cuesta mucho manejar.
– Cuando vemos que el niño claramente siente algún malestar que lo expresa con la agresión: los celos, rabia, frustración, sueño, hambre, Tristeza, y que debemos enseñarle a tramitar su emoción de otra forma.
– Cuando me siento incapaz de poner límites firmes y seguros para frenar la agresión.
¿Porqué es importante consultar cuando la agresión es Persistente?
– Porque el comportamiento de un niño es una forma de comunicar su mundo interno, y la agresión es una forma de transmitirnos la existencia de que podría sentir algún malestar, y es su forma de expresarlo.
– El niño necesita sentirse visto, mirado. Si hago como si no pasara nada, o indiferencia, es peor porque el niño puede aumentar el nivel de agresión para ser más disruptivo o llamar más la atención, y además porque seguramente percibe que sí puede solucionar conflictos siendo agresivo con otros niños, lo que sería muy perjudicial para su desarrollo socioemocional.
– El niño cuando da cuenta que sus cuidadores pueden ver su comportamiento y preocuparse por él, se sienten queridos, comprendidos y que son importantes para ellos, aspecto fundamental para el desarrollo de su autoestima y valor propio.
Centro Apego y Familia
En Centro Apego y Familia, somos psiquiatras y psicólogos especialistas en tratar y acompañar acompañar a padres con sus hijos en este proceso, no dudes en contactarnos, te recibiremos con los brazos abiertos.
Si quieres saber más sobre crianza respetuosa, y de como mejorar esta etapa de tu vida, conoce nuestros blogs (Presiónalo si te interesa):
- Agresividad Infantil
- Limites
- Infancia, Voz Interior y Autoestima
- Apego
- ¿Por qué todos opinan?
- Culpas
- Masaje Infantil
- Exterogestación y Neurodesarrollo
- Maternidad y Paternidad Múltiple
Revisa nuestras temáticas, si quieres saber más sobre otro temas y recomendaciones.
Se sale de esto!. Un especialista debe evaluar a tu niño, y te propondrá un tratamiento adecuado. Si crees que lo necesitas, pide ayuda.
¿Cómo poner Límites?
Los límites se ponen para que el niño pueda desenvolverse en plenitud, sintiéndose seguro y contenido en los adultos, quienes son capaces de cuidarlos, y saben lo que el niño necesita.
Sin embargo, es normal que los límites generen frustración, sobre todo porque implican que el niño no puede tener el control de la situación, y le genera malestar dejar de hacer lo que está haciendo o no poder hacer siempre lo que quiere. Esto es visto por los padres como que “Mi hijo no me hace caso”, “mi hijo hace lo que quiere” o “tiene pataletas”.
Por lo mismo es Normal que el niño se estrese o desborde, pataletas y berrinches, y además porque también puede no entender el sentido del límite, y por su puesto, porque el niño necesita sentir su autonomía y capacidad de hacer cosas por si mismo, generándole tensión el tener que hacer caso al adulto cuando siente la pulsión por demostrar sus capacidades y “grandeza”.
Entonces, ¿Cómo lo hago? ¿Cómo establecer un límite y permitir a la vez su autonomía?
Lo esencial es CONECTAR con ellos, y pensar en cómo se puede tomar tal imposición. De esta forma incluyo el plano emocional en este proceso.
“Los Límites se mantienen mientras las emociones se acompañan” dice la psicóloga Manuela Molina.
Cuando a los niños les cuesta mucho comprender el porqué deben hacer algo que no quieren hacer (como apagar la tv, irse a dormir, dejar de comer galletas o volverse de la plaza), es muy probable se frustren, porque las cosas no están resultando como ellos quisieran.
Al frustrarse pueden demostrarnos su pena, enojo o molestia con una pataleta, insistencia, llanto etc. Y eso no significa que uno tenga que dejar de hacer lo que hay que hacer por su frustración.
En el proceso de poner un límite a un niño, es importante mirar y comprender la forma en que lo siente, porque puede tener mucho contenido emocional que es válido y que requiere de cariño, paciencia y acompañamiento.
Te pongo un ejemplo:
Ya son las seis de la tarde y hay que irse a la casa de vuelta de la plaza, pero tu hijo no quiere e insiste en quedarse.
Le explicas que hay que irse porque se oscurece y hace frío, pero igualmente se frustra, porque esta entretenido jugando.
Tú pones el límite
Tú acompañas esa emoción : “Te enojaste y te dio pena porque lo estabas pasando bien? (Validar), yo se que a veces nos cuesta irnos cuando los juegos son entretenidos, pero hace frío y esta oscuro. Por eso nos tenemos que ir.”
Te mantienes firme sin ceder. Aunque se angustie en el momento, el necesita saber que tú eres el adulto, y que tienes el control de la situación.
Si cedes, no es porque el niño te obliga a ceder, es porque te cansas y agotas. Respira e intenta volver a la calma.
Es probable que el desborde emocional de tu hijo sea una respuesta normal para su edad y que no pueda controlar, por eso necesitan ayuda en la regulación de su comportamiento.
Cuando les explicamos las cosas, les damos tiempo para comprender, y empatizamos con ellos, es mas fácil acompañar sus emociones y para ellos seguir la indicación.
¿Cómo poner límites en una situación de estrés?, ¿Qué hago si producto de su enojo y frustración me pega o quiere romper las cosas?
Aquí el límite es diferente, tiene un aspecto Físico y verbal: Freno el comportamiento, con fuerza agarro su mano o pierna, y con una voz segura y firme le digo que NO se Pega. Frenar el comportamiento para detener que haga daño o le haga a otros. Luego de Frenar intento calmarlo y comprender lo que siente, mirando su frustración y emociones al respecto. Seguramente está tan enojado o con la suficiente rabia para responder de esa forma. Es importante aclarar que No está mal cómo se siente, sino lo que está haciendo. Le reflejo que lo entiendo, y que a mi también me enojan algunas situaciones, pero no por eso voy a pegar o romper las cosas. Conoce nuestro blog de Agresividad Infantil Aquí.
¿Cuándo consultar?
Si te ves sobrepasada con la situación, ves que te cuesta mas de lo normal controlar a tu hijo, te cuesta manejarlo y no puedes conectar con el, pide ayuda. Esto tiene solución, solo necesitas un apoyo para lograr que esto fluya.
En Centro de Apego y Familia, ofrecemos servicios de psicología, terapia ocupacional y asesorías parentales para la crianza que pueden ayudarte a conectar con tu hijo y lograr poner limites de manera adecuada.
¿Qué es la voz interior? ¿Porqué es tan sensible la infancia? ¿Cómo le debo hablar a mis hijos?
“La grabadora de la infancia se convierte en la edad adulta en la voz interior” Marian Rojas Estapé.
Tan sensible que es la infancia. Tan importante es cuidar los primeros años de vida de los niños. Porque son cruciales para toda la vida. Tamos education escribe en su sitio web que los primeros años de vida son importantes para la formación de la personalidad.
Nacemos listos para aprender a amar y amarnos. Pero este aprendizaje depende muchísimo del ejemplo que nos dan. Es cierto que mi forma de querer y quererme dependen de lo aprendido en la infancia. Las tres grabadoras de las cuales habla @marianrojasestape nos señalan que sí importa el cómo tratamos a los niños y a las personas con que nos rodeamos. Queda grabado, queda ahí en la memoria, por años.
1. Cómo nos hablan nuestros padres: “eres un porfiado”, “estoy muy orgulloso de ti”, “siempre te portas mal”.
2. Cómo hablan nuestros padres de nosotros a los demás: “Tengo un hijo brillante”, “Este niño me vuelve loco, es insoportable”.
3. Cómo se tratan/ban nuestros padres: “Gracias por tu ayuda”, “Me decepcionas todo el tiempo”, “Eres una loca maniática”.
El cómo me trato yo a mi mismo, cómo me enjuicio, valoro y quiero, tiene que ver con el cómo me expresaron que yo debía de hacerlo. Y esto no tiene que ver sólo con los papás y mamás, sino también con profesores, hermanos, abuelos etc.
El autoestima no se construye sola, se construye en la experiencia de amor, con la experiencia y transmisión verbal de lo que tú vales.
Las grabadoras de la infancia se transforman en la voz interior del adulto. Lo que captamos e interiorizamos de lo vivido, lo que nos queda marcado y guardado, lo que nos decían siempre acerca de cómo somos, es lo que en la adultez se traduce en la voz interior que nos acompaña todo el tiempo.
Es muy grande el poder que tiene la voz interior, cuánto nos puede alentar o boicotear, tanto en el plano personal como profesional.
¿Cómo puedo apagar esta voz? Qué pasa si sólo me atosiga y juzga?
Creo que lo primero es reconocer de donde se formó, cuáles son sus orígenes, trabajar y renarrar algunos aspectos de nuestra historia, deconstruir sus fundamentos, y re-aprender a querernos.
¿Cómo te gustaría que se tratase tu hijo cuando sea mayor? ¿Cómo es de autoexigente? ¿Sabes si se quiere y valora a sí mismo?
Hazle saber y dile cuánto lo quieres y lo importante que es para ti.
En Centro Apego y Familia, somos un equipo de salud mental especialistas en trabajo de crianza respetuosa, lo que se reflejará en su comportamiento en la adultez, no dudes en contactarnos, te recibiremos con los brazos abiertos.
Si quieres saber más sobre Crianza, y de como mejorar tu etapa de vida, conoce nuestros blogs (Presiónalo si te interesa):
- Limites
- Agresividad Infantil
- Apego
- ¿Por que todos Opinan?
- Infancia, Voz Interior y Autoestima
- Exterogestación y Neurodesarrollo
Revisa nuestras temáticas, si quieres saber más sobre otro temas y recomendaciones.
Todo estará bien
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Llegada de un Hermano
En todas las edades se atraviesan crisis psicoemocionales asociadas a la etapa del desarrollo. Para los niños no es la excepción; los cambios en la familia, entrada al jardín/colegio, llegada de un hermano a la casa, dejar los pañales, enfermedades u otras situaciones pueden manifestarlas en forma de crisis emocional, cambios de ánimo y del comportamiento. Para los padres no siempre es fácil abordarlas y acompañarlas por lo que puede ser necesario pedir ayuda en el abordaje de éstas.
Adolescencia
Un adolescente en la familia puede suponer muchos cambios en las relaciones y dinámicas del grupo familiar. El proceso de diferenciación del individuo, esta transición de ser niño a ser adulto, es un mundo que no siempre es bien acogido y conocido. Por lo mismo, muchísimas veces nos referimos a esta etapa con distancia, mirándola con dificultad e incluso desagrado. Para casi toda persona, la adolescencia es un período vivenciado con dificultad, por la necesidad de sobreponerse a los múltiples cambios que supone crecer. Cambios corporales y biológicos, cognitivos, psicológicos, relacionales etc, que comprometen, por supuesto, el estado emocional y afectivo, por la exigencia natural de madurar. No es para nada fácil ser adolescente, puesto que no se pretende el trato con un niño, pero tampoco puede tratarse como un adulto, debido a su desarrollo cognitivo y socio emocional. Este entremedio, genera la mayor parte de las veces, el conflicto y las crisis. ¿Cómo tratarlo?, ¿cómo poner límites y a su vez darle más autonomía?, ¿Cómo conciliar su necesidad de dependencia e independencia? Desde el punto de vista del adolescente, la necesidad de sentirse seguros frente a la cantidad de cambios por los cuales está transitando, es fundamental, pero no fácil de conseguir. ¿Cómo brindarles confianza?, ¿Cómo enseñarles a disfrutar y pasarlo bien, sin descuidarse ni sobreprotegerlos?


Escolares y Educación
El tema “colegio” puede ser causante de mucha ansiedad tanto para los padres como para el niño, debido a múltiples factores que de alguna u otra manera, generan malestar psicoafectivo. Ver niños que les cuesta aprender, que los etiquetan con algunos “diagnósticos”, la existencia del bulling, la dificultad para hacer amigos, o ser incluidos en las diferencias particulares de cada uno, muchísimas veces generan un insoportable dolor y displacer para toda la familia. Siendo la etapa escolar tan importante para un niño, padres y madres intentan encontrar un establecimiento que logre identificar las necesidades de sus hijos para que puedan desenvolverse, crecer, aprender y desarrollarse en un marco que sea disfrutado y lleno de buenas vivencias. Es importante cuestionarse si el colegio al cual asiste mi hijo le hace bien o no, si le nutre a su personalidad, de qué forma potencia los propios recursos del niño, y qué tan feliz se siente al ir a clases. Obviamente hay etapas en el ciclo vital que son difíciles, en dónde aparecen algunas complicaciones y crisis propias del desarrollo, que son necesarias de contener y guiar por el adulto. Aunque si los padres y/o profesores no son suficiente soporte para el niño, por motivos personales o profesionales, es necesario consultar y reflexionar con tal de brindar una mejor experiencia al menor y resguardar su salud mental, y la del grupo familiar.

Conflictos de Pareja por Crianza
Cómo ajustar las formas y expectativas de crianza y educación en una pareja puede ser un motivo de conflicto. En la pareja no siempre se piensa de la misma manera, pueden haber discusiones respecto de roles, valores y maneras de relacionarse con los hijos. Sin embargo, los niños necesitan ver en sus padres seguridad y no incertidumbre, sentirse contenidos. Cómo encontrarse con la pareja y conectar con el deseo del otro, sus pretensiones y el sentido de su forma de ser con los hijos, podría ser un tema de abordaje terapéutico.
En Centro Apego y Familia, somos psiquiatras y psicólogos especialistas en como manejar situaciones difíciles de parejas a la hora de tener diferencias en formas de criar, no dudes en contactarnos, te recibiremos con los brazos abiertos.

Trabajo y Familia
¿Cómo conciliar mi yo madre y mi yo profesional?
Qué difícil puede ser la tarea de ajustar ambos sueños y desafíos y sentirse bien cuando estoy en eso. es muy común sentir culpa en esta dualidad, ya que puede pasar que no nos sintamos haciendo bien las cosas: cuando estoy con mi guagua pienso que extraño mi vida laboral, el tiempo para mí o el crecimiento profesional, pero también suele pasar que cuando me enfoco en el trabajo me puedo sentir “mala madre”, extrañar estar con mis hijos, querer pasar más tiempo con ellos. es muy normal que sea difícil lograr este ajuste perfecto. Pero cuando el sentimiento de culpa o ansiedad se transforma en un síntoma, es decir, se siente un malestar constante al respecto que me invalida, me complica demasiado disfrutar o realizar lo que estoy haciendo, quizá es que sea el momento de consultar y cuestionarse si estoy en el lugar correcto o si hace falta un ajuste en cuanto a mis deseos y deberes, expectativas y objetivos.
En Centro Apego y Familia, somos psiquiatras y psicólogos especialistas en manejar el equilibrio entre la vida laboral y la crianza de tus niños, sin que te sientas culpable por tus deberes. No dudes en contactarnos, te recibiremos con los brazos abiertos.