Mi guagua tiene Alergia Alimentaria

Es tan doloroso y genera tanta impotencia en las madres y padres, el ver a sus guaguitas o bebés llorar desconsoladamente, retorciendo su cuerpo porque sufren de algún dolor o porque algo les cayó mal a su guatita. El mundo del recién nacido, es de por sí muy desafiante, todos los cambios y el proceso de adaptación con el nuevo integrante pueden suponer mucho estrés en las familias, la falta de sueño, la recuperación del parto, las tareas de cuidado de un bebé, la lactancia y tantos otros ítems, pueden hacer que el proceso de maternar sea muy desafiante. Si bien, puede ser una etapa maravillosa y llena de bendiciones, también trae sus momentos complejos, frustraciones y sombras. 

Cuando los padres y el médico tratante identifican que el bebé sufre de alergia alimentaria, la situacion se vuelve mucho mas compleja. La madre del bebé que está brindando lactancia materna  tiene que realizar una dieta para ir descubriendo cuál es el antígeno que afecta al bebé, y le provoca tal sufrimiento. Muchas veces esta alergia ocurre por una inmadurez en el intestino, por lo que el cuerpo del pequeño reacciona frente al alimento con sintomas de dolor, mucosidades e incluso sangre en el pañal, o irritación en la piel entre otros. Es un diagnóstico que sí o si debe realizarse con un especialista en el tema, y requiere de evaluación. Mientras tanto, las madres refieren a que la dieta y la restricción alimentaria puede suponer muchísima angustia para ellas, debido a que no sabe qué es lo que está provocando tal malestar. Además de tratarse de una restricción alimentaria, señalan que también es una restriccion social, debido a que es muy dificil organizar una salida o encontrarse con amigos a comer o cenar sin poder ingerir alimentos comunes y corrientes, o tener que llevar mi propio menú para poder acompañarlos y comer algo. Otro tema es la contaminación cruzada, que quiere decir que los alimentos no pueden ser cocinados o procesados con los mismos utilencillos que los que se utilizan para cocinar la comida de los demás, puesto que podría exponerse al antígeno o alimento que genera reacción alérgica.

Es doloroso ver que muchas madres sienten afectada su salud mental en el postparto cuando sus bebés padecen de este diagnóstico, algunas mencionan sentir que su leche les envenena, que no están haciendo bien su rol de maternarlo, sentir que sus bebés las rechazan, que se daña el vínculo de apego, entre otras cosas. También señalan a menudo que es muy frustrante ver cómo el bebé reacciona mal a la leche materna aún cuando están haciendo una dieta muy restrictiva, lo que se traduce en que les cuesta mucho conciliar el sueño, descansar y disfrutar de su maternidad.  Podríamos hablar de un postparto que también vivencia un duelo, en que hay muchas espectativas frustradas, porque se esperaba otra realidad y dinámicas con el bebé muy diferentes a las que en realidad suceden. Es muy común que bebés con este sufrimiento les cueste encontrar consuelo con otros brazos que no sean los de la madre, y es por el poderoso efecto de analgésico que tiene el contacto con la madre piel con piel, frente al dolor que padecen. Son guaguitas que lloran y se quejan mucho.

Por otra parte hay un fenómeno social que también es relevante, y tiene que ver con la poca información al respecto o incluso la mala interpretación de lo que estaría sucediendo. Muchas madres y padres señalan que las familias extensas o amistades, los tildan de exagerados o primerizos diciendo que las guaguas lloran y que es normal, por lo que se sienten incomprendidos por sus seres queridos, y tienden a vivierlo en soledad y aislarse. Prefieren resguardarse a que ser juzgados por “locos y exagerados“, o que todo lo anterior se trata de una moda de estos tiempos. Esto último puede verse en típicas conductas de alimentar a los niños a escondidas de sus padres, señalando que es rico y que sí les va a gustar lo que les dan (manjar, mermelada, caramelos, yogurt etc.), sin visibilizar que luego de ese momento de placer, se viene un gran sufrimiento para el niño, en que su cuerpo reacciona y  los que consuelan al bebé son sus padres o cuidadores. Es la sensación de sentirse invisibilizados.

Este tema genera gran preocupación en el mundo perinatal, debido a que es muy probable que esta madre o padre, tienda a desertar anticipadamente con la lactancia, muchas veces presionada por externos, y también la tendencia a aislarse y deprimirse. Síntomas de índole cognitivo que hacen que la madre se sienta culpable, incapacitada o angustiada por la situación, la baja de ánimo, tristeza y deseperanza por sensación de no avanzar. Son síntomas preocupantes por que pueden transformarse en una Depresión Postparto.

Lo anterior nos permite poner foco en estas familias y estar atentos a sus necesidades al respecto. De todas formas, a continuación está disponible el link para ver la  Escala de Edimburgo, que es un instrumento que ayuda a identificar si la mujer  estaría sufriendo un cuadro depresivo en el postparto. Esta escala se puede utilizar tanto en el embarazo como en el postparto, debiera aplicarla el médico tratante al observar signos, síntomas o rasgos de un trastorno anímico, aunque también se recomienda revisarla en caso de sentir inquietud o preocupación por padecerla.

En el Centro Apego y Familia, contamos con un equipo especialista en Salud Mental Perinatal, nos apasiona acompañar a mujeres, y familias en el proceso tan desafiante de convertirse en madres. Si tienes dudas o inquietudes, puedes tomar una hora o contactarte con nosotras en la sección de Contacto.